Tratamiento de Quimioterapia en Pacientes Ancianos con Cáncer

Aunque existen diferencias importantes en el tratamiento de un cáncer avanzado en la población de adultos mayores, se pueden aplicar los mismos principios utilizados en pacientes más jóvenes si se toman las precauciones adecuadas.

Las diferencias farmacocinéticas en el manejo de los fármacos quimioterapéuticos en los adultos mayores pueden contribuir potencialmente a una mayor toxicidad. Se debe prestar especial atención a las dosis de los fármacos que son excretados por los riñones. Las dosis deben modificarse con base en la depuración de creatinina calculada y no
en la creatinina sérica.

Se están acumulando datos de que alguna forma de evaluación es crítica para el proceso de toma de decisiones para pacientes mayores con cáncer.

El grado de comorbilidad y deterioro funcional debe evaluarse antes del inicio del tratamiento y debe incorporarse al plan de tratamiento general. Una evaluación geriátrica integral puede ser particularmente útil.

Las herramientas de predicción como las puntuaciones de riesgo del Cancer and Aging Research Group (CARG) o Chemotherapy Risk Assessment Scale for High age (CRASH) pueden ser útiles para identificar a los pacientes que tienen un alto riesgo de toxicidad y mortalidad relacionadas con la quimioterapia.

Para el paciente adulto mayor sano con comorbilidad mínima y reserva funcional casi normal, se justifica un tratamiento agresivo que incluya dosis completas de quimioterapia, especialmente en el entorno potencialmente curativo, y puede producir resultados similares a los de pacientes más jóvenes.

  • El uso de factores de crecimiento de glóbulos blancos puede permitir al médico mantener la intensidad de la dosis y evitar la neutropenia grave.
  • Los agentes estimulantes de la eritropoyesis pueden ser útiles para tratar la anemia inducida por quimioterapia. Sin embargo, existe controversia sobre la utilización de estos agentes en pacientes tratados con intención curativa debido a las preocupaciones sobre los resultados inferiores sobre la enfermedad en algunos, pero no en todos los estudios. Este tema se aborda en detalle en otra parte.

Para el frágil paciente adulto mayor, los objetivos terapéuticos deban enfocarse principalmente en la calidad de vida y la mitigación de los síntomas, en lugar de prolongar la supervivencia.